El 2023 electoral quedó en el pasado. Por eso, en la Legislatura, los bloques de la oposición buscan poner en discusión el mecanismo de sufragio que se aplicará en 2027. Y el planteo formulado en este caso por el alfarismo vuelve a plantear el debate sobre el sistema de voto electrónico, incluido en la Constitución de 2006 pero jamás aplicado en Tucumán.

La reforma constitucional dispuesta durante el alperovichismo incluyó los lineamientos del régimen electoral para la renovación de la totalidad de los cargos electivos provinciales, municipales y comunales. “El sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio. Se establece el sistema de votación electrónica, cuyas características serán establecidas por ley”, señala el inciso 3° del artículo 43 de la Carta Magna.

Desde entonces, en las sucesivas conformaciones parlamentarias se impulsaron diversos proyectos para implementar aquella herramienta. El intento que más cerca estuvo de concretarse tuvo lugar en 2007, cuando -a instancias de un sector del PJ- la Cámara provincial sancionó la reforma integral de la Ley Electoral. El texto, sin embargo, fue vetado por el entonces gobernador José Alperovich. El cuerpo legislativo no volvió a llevar al recinto esta cuestión en los comicios siguientes (2011, 2015, 2019 y 2023), por lo que se mantuvo la boleta tradicional como modalidad de votación.

Nueva propuesta

En este receso veraniego, legisladores del bloque “Compromiso Tucumán-PJS” formalizaron una nueva propuesta para avanzar con el voto electrónico de manera progresiva, primero con instancia de “evaluación” sobre el sistema a utilizar, y luego con una fase de publicación e implementación del nuevo régimen, siempre con la participación de la Junta Electoral Provincial JEP). Además, el texto firmado por Walter Berarducci, Claudio Viña y Rodolfo Ocaranza establece diversas medidas de prevención y advertencias para asegurar, entre otros puntos, que los votos no puedan ser “cambiados o eliminados”, y que se garantice el carácter secreto del sufragio.

“Nuestra provincia sigue en una flagrante deuda, al no haber promulgado la ley reglamentaria consistente en el sistema de votación electrónica”, sostuvieron Berarducci y sus pares. Afirmaron luego que “el manejo electoral del oficialismo que nos gobierna está presente en forma continua desde antes de la reforma de 2006 y ha rechazado e impedido claramente cumplir con el mandato constitucional” del voto electrónico. Y aseguraron que el bloque alfarista “no puede ser cómplice de tamaña omisión en cuanto al cumplimiento de un mandato constitucional, que la doctrina constitucionalista ha desarrollado para tipificar a estos casos identificándolos con la figura de la inconstitucionalidad por omisión”. “En efecto, la inercia o pasividad del Poder Legislativo que es el encargado de sancionar la norma reglamentaria sobre el voto electrónico, por expreso mandato constitucional, desemboca ineludiblemente en esa figura si no asumimos nuestra responsabilidad, urgiendo y sancionando dicha ley reglamenta”, añadieron los legisladores alineados al ex intendente Germán Alfaro.

Antecedentes

El proyecto de Berarducci y sus pares fue girado a la comisión de Asuntos Constitucionales e Institucionales. Allí, además, permanecen dos propuestas de la anterior composición legislativa, ambas presentadas en 2022, para avanzar con el voto electrónico.

Una de ellas había sido firmada por la ex legisladora del PRO, Nadima Pecci, quien había llamado a imitar el modelo aplicado en Salta desde 2009. “Esta experiencia ofreció resultados muy positivos, y dadas las similitudes tanto culturales como sociales que compartimos nuestros vecinos, sería (la alternativa) más adecuada para Tucumán”, había indicado Pecci. Según la opositora, este sistema incluye además el uso de un dispositivo electrónico que genera “una boleta única”. “Tucumán necesita dejar de ser noticia por el fraude, la excesiva cantidad de candidatos, el clientelismo, el acarreo, la falta de transparencia, la justicia amiga y tantos otros vicios y malas prácticas que luego se traducen en representantes deslegitimados”, había fundamentado la dirigente del PRO en esa iniciativa.

El texto restante había sido rubricado por el radical José Canelada, reiterando una propuesta de 2016 -ya caduca- para crear un sistema de boleta única electrónica, también similar al de Salta. “Su principal fortaleza es la velocidad con la que se obtienen datos del escrutinio, salvando muchas dificultades procedimentales del sistema actual, y ayudando a evitar posibles situaciones donde se manipule la real intención de voto del elector”, había consignado el hoy concejal de la capital en esta iniciativa.